Jordi Torra, catedrático del Departamento de Física Cuántica y Astrofísica de la Universitat de Barcelona, falleció ayer en Barcelona a los 69 años de edad.

La Sociedad Española de Astronomía se suma a las condolencias que se han repetido por parte de la comunidad astronómica desde que se ha hecho pública la noticia, en las que se destaca no solo su enorme profesionalidad sino también su gran valor humano. Las palabras de Francesca Figueras, presidenta de la SEA y compañera de departamento de Jordi Torra en la UB, resumen el sentir general:

"Para muchos de nosotros Jordi ha sido nuestro maestro, compañero de trabajo, amigo y, como no, un continuo torbellino de ideas y nuevos proyectos.

Jordi, con estas líneas queremos agradecerte lo que nos has ofrecido durante tu plena trayectoria profesional: tu incansable pasión por la astronomía, tu constante esfuerzo por mejorar el desarrollo de esta ciencia en nuestro país, tu tremenda energía, tu convicción de que nunca debemos rendirnos, tu valentía para asumir los buenos y malos momentos y, como no, tu ternura como jefe y amigo".

Un astrónomo precursor

Doctor en Física por la Universidad de Barcelona (1984) y catedrático del Departamento de Física Cuántica y Astrofísica de la Universitat de Barcelona, Jordi Torra centró su carrera investigadora en el estudio de la estructura, la formación y la evolución de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Fue uno de los precursores a nivel europeo en el desarrollo de la astrometría desde el espacio. En los años 80 aceptó el reto de liderar la participación española en la misión Hipparcos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y, fruto de este trabajo, España entró a participar de pleno en la misión Gaia, satélite lanzado en 2013 y todavía en operación. Gaia es sin duda la misión en la que Jordi Torra ha tenido un papel más destacado, una misión que ha llevado a Europa a ser líder mundial en el ámbito de la astrometría desde el espacio y que, por sus capacidades ya demostradas, podemos confirmar a día de hoy que supone una revolución en todos los ámbitos de la astrofísica.

Jordi Torra condujo con excelencia el liderazgo del grupo español implicado en Gaia. En el seno del equipo Gaia-UB se han formado más de cincuenta profesionales en los últimos 20 años. Este equipo está formado actualmente por unos 30 astrofísicos e ingenieros trabajando codo a codo, como él defendía, para abordar los retos científicos y tecnológicos que plantea este y futuros grandes proyectos internacionales a la vanguardia de la investigación y la tecnología. Jordi Torra  participó también en otras misiones espaciales como la cámara óptica del satélite OMC@INTEGRAL o la misión SMART-2. Más recientemente trabajaba en la definición de futuras misiones astrométricas (NEAT, THEIA y GaiaNir).

Apasionado de la observación astronómica y con una amplia experiencia en el uso de telescopios en tierra, participó en el desarrollo de nueva instrumentación para el Gran Telescopio de Canarias (MIRADAS) y fue uno de los promotores de la creación del Observatorio Astronómico del Montsec y del Centro de Observación del Universo (Àger), las dos mayores infraestructuras en Cataluña de observación y divulgación astronómicas.

Destaca su excelente y dedicada labor docente en astrofísica y matemáticas de muchas generaciones de estudiantes de la licenciatura de física. Formó a muchos jóvenes investigadores en el campo y dirigió nueve tesis doctorales, continuando prácticamente todos ellos en el ámbito de la investigación. En la transferencia de tecnología, fue fundador de la primera empresa spin-off conjunta entre la Universidad de Barcelona y la Universidad Politécnica de Cataluña.

Su altísima capacidad de trabajo y el alto grado de responsabilidad que nunca rehuyó lo llevaron a desarrollar diversas tareas de gestión científica: Gestor del Plan Nacional de Astronomía y Astrofísica (2007-2011), miembro de la Comisión que gestionó la entrada de España en ESO (2006), coordinador de la Red Española de Infraestructuras en Astronomía (RIA, 2012-2017) y director del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (2015-2017). También fue impulsor de la primera Ley de contaminación lumínica de la Generalidad de Cataluña.

Trabajó con pasión en todos los ámbitos, la docencia, la investigación, la gestión y la divulgación científica. Esta tarea le ha sido reconocida con el Premio Ciudad de Barcelona en el ámbito de Ciencia y Tecnología (2013) y, recientemente, con la Medalla Narcís Monturiol (2018).

Descanse en paz.