Siglas de la expresión inglesa «charge-coupled device», que se suele traducir como dispositivo de carga acoplada. Se trata de un dispositivo detector de luz basado en materiales semiconductores como el silicio. Los fotones de la luz incidente arrancan electrones de la red cristalina del silicio. Una red de electrodos estampada sobre la masa de silicio captura esos electrones y permite su lectura de manera ordenada mediante su traslado a lo largo del detector de columna a columna. Este traslado progresivo de la carga hasta el canal de lectura constituye el rasgo característico de los CCD y que los diferencia de otros detectores de estado sólido en los que no se recurre a tal desplazamiento, como los sensores CMOS o los detectores de radiación infrarroja. Tras el traslado y lectura de la carga acumulada puede reconstruirse la distribución espacial de la luz que incidió sobre el dispositivo. Los CCD son muy sensibles y permiten detectar luz visible, así como también en el infrarrojo y el ultravioleta cercanos. Se trata del tipo de detector más utilizado en la astronomía observacional moderna.