Un intervalo de tiempo determinado, al cabo del cual se repite la posición de un astro respecto de un observador situado en la Tierra. Sin embargo, la longitud de ese intervalo de tiempo puede variar dependiendo del astro que se tome como referencia, lo que conduce a diferentes tipos de día: sidéreo y solar. Cuando observamos las estrellas lejanas el intervalo entre dos posiciones idénticas consecutivas representa el día sidéreo. Si estudiamos el Sol tendremos el día solar, pero, como el Sol a su vez se desplaza con respecto a la Tierra por el movimiento anual, ambos intervalos no coinciden. El día sidéreo es casi 4 minutos más corto que el día solar. Por eso si en un año solar hay 365 días solares, en total habrá 366 día sidéreos. En la actualidad la escala de tiempo en nuestros relojes es la del movimiento diurno del Sol pero coordinada con los relojes atómicos, que materializan el segundo. De este modo el día solar medio contiene 86400 segundos atómicos.
