Las supergigantes son estrellas muy luminosas y enormemente grandes. En su máxima extensión, las supergigantes pueden llegar a alcanzar más de mil veces el radio solar, lo que equivale a extenderse más allá de la órbita de Júpiter. Hay principalmente dos clases de estrellas supergigantes: azules y rojas, como en el caso de las gigantes. En tamaño, las supergigantes rojas superan con mucho a las supergigantes azules, pero estas, al ser mucho más calientes, llegan a ser igual de brillantes con tamaño menores (de hecho, una supergigante azul puede tener un radio menor que una gigante roja). Las supergigantes son resultado de la evolución de las estrellas de alta masa. Cuando evolucione algo más y se le acabe el hidrógeno en el núcleo, la estrella se enfriará y se expandirá, igual que el Sol, pero ahora a tamaños incríblemente grandes: será una supergigante roja. Un ejemplo bien conocido es Betelgueuse, en la constelación de Orión. Algunas supergigantes son estrellas muy variables, con variaciones bruscas y no periódicas. La fase de supergigante es muy rara, pues son fases rápidas de estrellas poco frecuentes. Pero su estudio es muy importante, porque estas estrellas son los antecesores directos de las supernovas, fase a la que llegará la estrella cuando agote todo el combustible nuclear de que dispone.
Imagen: La región de la estrella Alnitak, en Orión, rodeada de nebulosidades entre las que destaca la conocida nebulosa oscura Cabeza de Caballo (en el centro). Alnitak, a unos 1500 años-luz de distancia, es la estrella más brillante de la imagen. Alnitak (Zeta Orionis / ζ Ori / 50 Ori) es un sistema estelar cuya estrella principal es una supergigante azul de tipo espectral O9.5Ib y magnitud aparente +1.89.
Crédito: Leonor Ana y Fernando Fonseca.