Un gnomon (o nomon) no es más que un palo o estilete clavado en una posición fija, que puede ser el suelo o una pared. Puede estar clavado ortogonal a la superficie o formando un cierto ángulo. Se trata del instrumento astronómico más sencillo que se pueda concebir. Sirve para estudiar el movimiento aparente del Sol a través de la evolución de la sombra que proyecta. Un gnomon vertical permite determinar la dirección del meridiano del lugar o la dirección de los puntos cardinales. Si se conoce la latitud del lugar, un gnomon vertical permite evaluar la oblicuidad de la eclíptica. Usado en ciertas condiciones puede servir para medir la latitud del lugar de observación. Un gnomon sencillo sirve también como reloj de Sol. Si la orientación del gnomon se elige de manera concienzuda, entonces puede servir para construir un reloj de Sol que indique no solo la hora solar local, sino también la época del año, los equinoccios y los solsticios. Si se emplazan gnómones en localidades lo bastante separadas y se coordinan las medidas del modo adecuado, este dispositivo tan sencillo puede usarse para medir el tamaño de la Tierra como lo hizo Eratóstenes en el siglo III antes de nuestra era. En definitiva, el gnomon constituye un ejemplo de instrumento sencillo capaz de brindar un rendimiento científico y didáctico considerable si se aplica con astucia.