Con el subtítulo “La estética de la astrofotografía. El arte naturalista en el siglo XXI”, el libro que hoy nos ocupa es una rara avis dentro del panorama de libros de temática astronómica, puesto que es un texto de ética y estética de la fotografía astronómica. Su autor es uno de los astrofotógrafos españoles con mayor proyección internacional, y en su libro nos habla tanto de la ética de la fotografía astronómica (de cómo debe evitarse la manipulación y retocado del objeto fotografiado, de qué es y qué no es procesar una imagen para que no pierda su carácter documentalista…), como de la estética que rige este procesado para que la astrofotografía pueda considerarse un arte con mayúsculas. Estamos por tanto ante un libro de arte y de filosofía del arte, así como de su relación con la ciencia.

La astrofotografía tiene mucho que decir en el siglo XXI. La forma de fotografiar el Universo aporta una visión de la naturaleza y de la posición que el hombre ocupa en ella que son necesarios en la realidad social actual. Aporta también un cambio de perspectiva tanto a nivel filosófico como artístico y de transmisión de conocimientos. La fotografía astronómica nos proporciona unas imágenes sorprendentes, conmovedoras, de una belleza inesperada, que requieren un gran esfuerzo tanto técnico como creativo. Con este texto, pensado para que el amante del arte pueda valorar la astrofotografía, descubriremos la vertiente artística de esta disciplina y su mensaje hacia la sociedad. Veremos que es un arte altamente interdisciplinar donde astronomía, matemáticas, fotografía, procesamiento de imagen, pintura y música se combinan para crear un lenguaje pictórico único y con identidad propia. Veremos que hay un largo camino para hacer que el resultado final del procesado astronómico sea conmovedor y produzca esa sensación de conexión cósmica y vértigo. Y descubriremos cómo las vanguardias pictóricas de principios del siglo XX tienen mucho que ver con cómo se construye este lenguaje, o como lo describe el propio autor, «Gracias en parte al proceso de maduración por el que ha pasado la pintura durante el siglo XX, podemos ahora mirar con profundidad a nuestro exterior después de haber aprendido a mirar a nuestro interior».

El autor es uno de los miembros fundadores de la Escuela Documentalista de Astrofotografías (DSA por sus siglas en inglés). En su declaración de principios, esta escuela define la astrofotografía como la «fotografía documental de objetos celestes: el astrofotógrafo fotografía un patrimonio de la naturaleza que transmite al espectador. Partiendo de este hecho fundamental, la Escuela Documentalista basa su labor en poner al alcance del espectador única y exclusivamente la información sobre el objeto natural fotografiado. Por lo tanto, la astrofotografía es una forma de comunicación gráfica que permite difundir y divulgar información sobre los objetos celestes fotografiados». En este libro se habla de diferentes técnicas, enfoques y filosofías sobre el tratamiento de la imagen astronómica; todas ellas parten del principio rector remarcado en la anterior declaración. En el libro se va no obstante más allá: se muestra cómo el concepto de la abstracción de Kandinski, la pincelada impresionista o las diferentes escalas presentes en la música de Rachmaninov tienen mucho que ver con las técnicas de astrofotografía desarrolladas por el autor, creando una estructura teórica unificadora que le da sentido. Pero permita que no me extienda más sobre este punto, pues no quiero «destriparles» uno de los principales atractivos del libro, que estoy seguro disfrutarán.

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